martes, 27 de noviembre de 2012

Capitulo 4


Narras Tú
Que podía hacer, para que me volviera a mirar a la cara? Nada.
Ya llegó el día donde cada uno iba a su País. Ese día donde todos nos abrazabamos y llorábamos. Nos dabamos nuestros números de teléfono. Yo lloraba con más facilidad que nunca. Llevaba unos días que estaba fatal.
Sacamos las maletas, mientras esperábamos por el bus. Andy no dejaba de mirar como las lágrimas corrían por mis mejillas, El sabía que esas lágrimas eran por el, se acercó a mí…
Andy: Que te pasa princesa?
Como se atrevía a llamarme así, después de hacerme sufrir..? Pero yo soy débil a el. Porque en realidad Lo amo.
Tu: Na-na-nada… 
Casi ni podía articular palabras, por mi maldito llanto..
Andy: Princesa, quieres que cenemos esta noche en Londres? Ya que será la última vez que estemos aquí.
Tu: Y-yo-o..De acuerdo…
Andy: No llores, no me gusta verte llorar..
Si supieras que eres tú el que provoca estas lágrimas…
Andy: Entonces en cuanto lleguemos a Londres, vamos a Cenar..Mañana a la Mañana cogeremos el vuelo a nues..No llores pequeña. - Me abrazó. Mi corazón volvió a Latir, Mis ojos volvieron a brillar. La cálida sensación de sus dedos recorriendo mis brazos, mi espalda …
Tu: Andy, Tequiero
El no me contesto, Nunca me contestaba a mis “Te Quiero” Solo hacía como si yo no hubiera dicho nada.
Montamos en el autobús, Y me sente junto a Andy, Apoye mi cabeza en su hombro. El solo entrelazó sus dedos con los míos. Miraba a la ventana concentrado, Yo solo miraba sus ojos. Eses ojos que me hacía vibrar. Vi que caía una lágrima por su rostro. Yo me quede inmóvil, me pregunto porque lloraría, él era un hombre fuerte. Preferí callarme y observarle, Yo simplemente apreté más su mano..
Llegamos al centro de Londres a nuestro hotel. Andy me ayudó con las maletas, Estubimos toda la tarde juntos, Era increíble estábamos como el primer día, agarrados, riéndonos de cualquier tontería o simplemente mandándonos miradas tiernas. Definitivamente le amaba.
Llego la hora de la cena, Fuimos a un restaurante precioso, Tenia unas vidrieras enormes por donde podías ver las luces de las calles Londinenses. La cena fue animada, Aunque alguna vez, reinaba el silencio..Yo solo le miraba con curiosidad. Estaba raro. Sin duda.
Después de un rato, fuimos al hotel. Ahora sí empezó la lujuria, Ya en el ascensor, nos empezamos a besar. Chocábamos contra todas las paredes del pasillo. Se sentía la respiración desenfrenada que teníamos ambos, Abrí rápidamente la puerta de mi habitación. Nos deshicimos de nuestras prendas, incluidas las íntimas, Me tumbó con delicadeza, y empezó a abrir un camino de besos por mi cuerpo. El besaba a cada segundo la zona donde estaba el corazón, parecía como si quisiera arreglarlo. Despues de los preliminares. Entro dentro de mí.
Con movimientos placenteros, pero no dañinos. Díos mío si segúia así me iba a romper la espalda de tanto retorcerme de placer. El empezó a gritar, en mi oído, El placer estaba a borbotones en el ambiente. Cada vez más rápido, Más duro, Nuestras caderas chocaban, Yo movia las caderas al compás de las suyas.
Tu: OH SÍ ANDY! CORRETE DENTRO DE MÍ!!!
Así fue, Los dos disfrutamos no de uno si no de muchos orgasmos. Acabamos rendidos en la cama. Me abrazó muy fuerte, y la última imagen que recuerdo de esa noche es sus lágrimas salir de nuevo.


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